En pleno siglo XXI, Octubre de 2020, parecería que habría un juicio unánime para que cualquier empresa que procese alimentos, bebidas, nutraceúticos, productos cosméticos, farmaceúticos e incluso las de alimentos balanceados para animales o todas las que procesan alimentos frescos ya estuviera usando o hubieran implementado pruebas rápidas para mcroorganismos patógenos, pero la realidad es que esto ocurre tal vez en menos del 10% del universo de empresas, al menos en México.
Como distribuidores de pruebas rápidas, diversos fabricantes nos cuestionan de por qué en un país con ya casi 130,000,000 de seres humanos, el número de ensayos para el patógeno más buscado -Salmonella- sea tan reducido.
Nos preguntaron eso hace 25 años, hace 15 años, hace 10 años, hace 5 años y hoy todavía nos siguen preguntando lo mismo.
Mi punto de vista personal como parte de esa historia de 25 años es tal y como sigue:
1) Por razones que suelen ser más en un ámbito político más que por una cuestión técnica-científica, nuestro sistema de control sanitario en México sigue con muchísimas áreas de oportunidad.
2) Las cuestiones de Inocuidad en México (y me atrevería a comentar que para toda América Latina es algo muy similar) han sido empujadas más por las circunstancias que por un empuje de las autoridades sanitarias.
3) Los sistemas de certificación en la Inocuidad exigidos en EEUU, Canadá, Europa y Asia (Japón, Corea del Sur, China) son y han sido los motores de la obligatoriedad para el uso de mayor cantidad de ensayos para cubrir requisitos de inocuidad que cualquier política implementada por las autoridades sanitarias en Latinoamérica.
4) Debido a que México es una potencia agroexportadora con casi el 80% de nuestra producción de exportación para el mercado de Estados Unidos, todas las compañías involucradas en ese mercado han tenido que adoptar los estándares fijados por nuestros vecinos y eso incluye el muestreo de patógenos.
Volviendo a la pregunta planteada originalmente:
¿Para qué utiilizar una prueba rápida de Salmonella en una planta de alimentos?
La respuesta siempre ha sido y continuará siendo: MÁS RAPIDEZ PARA PODER TOMAR DECISIONES.
Si usted es un productor digamos de Chocolates en barra listos para consumo, tiene que estar seguro que no tienen Salmonella.
Si lo hiciera por el método tradicional, tiene que esperar al menos 4-5 días para saber que NO HAY Salmonella en sus lotes recién producidos.
Si cada uno de sus lotes fuera de 5 toneladas, con un precio al menudeo de 20 pesos por una barra de 100 gramos, eso quiere decir que usted tendría que detener 50,000 barras de chocolate a un precio de 20 pesos = 1 millón de pesos (Alrededor de 45.500 USD) ppr cada lote, durante 5 días.
Si usara una prueba rápida certificada con resultados con al menos 99% de confiabilidad, liberaría cada uno de esos lotes al día siguiente teniendo oportunidad de ahorrar 4 días de almacenamiento de cada lote por 1 millón de pesos.
Hay muchas ventajas adicionales (toma de acciones correctivas, encontrar deficiencias en el proceso, reducir pérdidas o mermas por una falla de proceso, protección de la marca y la compañía evitando riesgos de producto contaminado el mercado y otras similares) pero deben ser tomadas desde la Alta Gerencia.
Los ejecutivos en 2020 en sus 30´s, nacieron en 1990, lo cual los convierte en milenials. Muchos de ellos ya están tomando decisiones y con un mundo hiperconectado donde al alcance de un botón en un telefono inteligente, cualquier evento positivo o negtivo puede viralizarse y alcanzar el mundo entero en cuestión de horas, todo parece indicar que conforme sigamos avanzando en el tiempo, independientemente de qué tan bien desempeñen su labor las autoridades sanitarias que regulan las empresas de alimentos en nuestro país, cada día más y más empresas estarán implementando pruebas rápidas para patógenos, empezando por Salmonella como la más buscada, pero también para el resto de los otros gérmenes más buscados.
¿Qué opina de lo que hemos comentado? ¿Tiene alguna idea contraria o complementaria a las nuestras? Nos encantará tener la posibilidad de intercambiar puntos de vista.
